El filtro de partículas diésel (DPF) y el filtro antipartículas (FAP) son componentes esenciales en los motores diésel modernos, diseñados para reducir las emisiones contaminantes. Sin embargo, su obstrucción o mal funcionamiento puede generar problemas graves en el rendimiento del vehículo. Con nuestra solución DPF - FAP, garantizamos el correcto funcionamiento de tu motor mientras cumples con las normativas ambientales.
Ambos filtros requieren un proceso llamado regeneración para quemar las partículas acumuladas. Si este proceso no ocurre adecuadamente, el filtro puede obstruirse.
El proceso de limpieza profesional suele tardar entre 2 y 4 horas, dependiendo del grado de obstrucción.
No siempre. En muchos casos, una limpieza adecuada puede restaurar su funcionamiento. Solo se reemplaza si el filtro está dañado.
La legalidad depende de las regulaciones locales. Recomendamos esta opción solo para vehículos que operan en entornos donde no se exigen estos sistemas.